viernes, 10 de junio de 2011

Antes

*Este texto está dedicado a más de una persona. Particularmente a una que no está más en este mundo, para, probablemente, estar en un mejor estado. (08-VI-2011)

Te acordás? Antes, cuando compartíamos hermosas y deliciosas charlas, jolgorios y repertorios significativos de todo tipo? Conversaciones eternas, un tanto incoherentes pero atractivas y sensuales.
No tenían sentido, y eso era lo màs atractivo, porque cuando uno le pone sentido a algo, raramente el otro toma el mismo camino siempre. Los caminos nos desvían, vayamos sin ellos!

Qué lindos recuerdos, cuando nos recostabamos sobre las verdes colinas y mirábamos el cielo, no sin antes dejar en claro que todo esto era mentira. Como mucho nos habremos encontrado en un bar o en la casa de algún alguien de algún lugar. Y ese mundo dialéctico de voces contrapuestas, de susurros y ecos de otros expresados a través de nosotros; famoso producto del "tal dijo que tal cosa", jugando con los eruditos del mundo y sus huellas plasmadas en la historia y creyendo que sabemos sobre pensamientos asociados a pensadores como Marx, Platón, Aristóteles, Foucault, Derridá, Descartes, Nietzche, entre otros como Los Simpsons. Y lo más divertido es que no sabemos nada, somos meras cadenas que se ensamblan y repiten ecos que viajan a través del tiempo unidimensional del lenguaje y a través de nuestra física realista, nuestro mundo.

Pero qué importa quién sabe qué. Lo divertido es hablar y encender emociones de todo tipo, encender todo el espectro del arcoiris, que el corazón lata en 50 frecuencias diferentes y emita una energía invisible pero perceptible. Que nos bañemos de palabras llenas de emoción y de mentiras, porque una palabra es una mentira pero a su vez es una verdad emocional. Y reir, perder el aire, que la risa nos robe la última partícula de oxígeno, antes de usurpar aire al ambiente de nuevo.

Qué lindo que eran esas sensaciones compartidas, dentro de esta ilusión llamada vida, poder experimentar y jugar con hechos tan vacíos (y que llenan tanto!) como las conversaciones. Y estar tendidos en una colina verde y mirar un impoluto cielo celeste que en verdad no existe.

Pero qué importa? Es hermoso y es bello que apreciemos esas pequeñas cosas de la vida.
Risas e inocencia, recuerdos de antaño, fósiles vivos de nuestra infancia que se expresan hoy para maravillarnos en la vida. Mejor aun, hoy tenemos más herramientas que cuando niños y podemos hacer mucho más.


Lo ùnico que lamento es que ya callaste y no compartís más esa sensación tan hermosa, tan suave y armónica que hacía del tiempo un manjar que pocos consumen porque pocos saben comerlo.

Por lo pronto, aunque en ausencia esté tu alma, en presencia está tu recuerdo, una huella que sólo la eternidad podrá borrar, pero el recuerdo seguirá estando mientras vida exista en este interior. Y así te recuerdo, con alegría, con los buenos tiempos pasados y disfrutados, divirtiéndonos más con la ignorancia que con la sabiduría, prestando más atención al sabor del momento que al qué fue o el qué será.

Me despido de vos, no con un llanto, si no con una sonrisa. No para olvidarte, sino para recordar que ayer hace que hoy la vida sea un canto melódico bañado por un recuerdo que antes, era una hermosa alegría compartida.

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